Cuando la luz dorada de la puesta de sol parece fundir el cielo y la tierra, se lleva consigo el recuerdo del día que ha llegado a su fin y la sensual promesa de la noche venidera. Una inusual armonía entre las vibrantes notas de salida y las deliciosas notas de corazón bajo el signo sensual de las notas de fondo. El resultado es una fragancia rica y sensual que evoca la opulencia de la vainilla, empezando por su nombre.