SÉRÉNITÉ EN BOURGOGNE

Para Albert Fouquet, septiembre era el momento culminante del año, cuando se retiraba al château de su familia en Borgoña para supervisar la cosecha de uvas. Los viñedos de los Fouquet, aunque no eran los más grandes, producían algunas de las mejores uvas de la región, muy codiciadas por los principales enólogos. Solo el 10% de la cosecha se reservaba para el vino propio de la familia.
Albert trabajaba estrechamente con Simon, el administrador de la finca, y Thomas Bodes, un experto español en viticultura, para asegurar el éxito de la cosecha. Su tiempo en Borgoña era un equilibrio entre mañanas serenas dedicadas a caminar, leer y crear perfumes en su jardín, y las "degustaciones de bayas" al mediodía para determinar el día óptimo de la cosecha.
La cosecha en sí duraba alrededor de 20 días, llenos de colaboración y celebración, terminando con una gran fiesta para los trabajadores y amigos. Albert nombró una de sus creaciones de perfume "Sérénité en Bourgogne" para capturar la paz y la plenitud que experimentaba durante este ritual estacional.