Perfumes dulces que huelen como un bizcocho recién salido del horno

Vainilla, caramelo, azúcar… La perfumería ha jugado durante años con la adicción que sentimos por los alimentos dulces que nos hacen sentir bien nada más ingerirlos. En el plano de las fragancias, las esencias gourmand nos transportan hasta la infancia y generan una sensación de satisfacción reconfortante.

¿Pero cómo recrear el olor de un bizcocho o de una tarta, en concreto? En Mane, por ejemplo, trabajan con la tecnología Jungle Essence TM, que permite extraer moléculas odoríferas de cualquier materia prima. Es el caso de Gingerbread Neo Jungle Essence TM, una nota que nace gracias a la colaboración con un chef pastelero que ha elaborado una receta compatible con esta tecnología de extracción de Mane. Una vez está horneado el pan de jengibre, se lleva en cantidad industrial a la planta de la compañía de fragancias donde se extraen las moléculas de olor.
Otra alternativa es la biotecnología, que permite obtener nuevas moléculas de síntesis de origen natural.

Capturar el ambiente de una cafetería a primera hora de la mañana o a media tarde, en el momento de la merienda, cuando la máquina de café está a pleno rendimiento y el horno, todavía caliente, llena de calor y ricos aromas la atmósfera, es el propósito de la nueva ola de perfumes dulces. No solo importan los ingredientes, sino también la historia olfativa, el concepto, la sensorialidad…
Un acorde de brioche, cacao y vainilla se combinan en el nuevo perfume de Etat Libre d’Orange, Story of Your Life, una esencia que plasma la magia de una mañana compartida con un ser querido.
Por su parte, Margiela nos transporta hasta un café parisino en Afternoon Delight, un juego olfativo que evoca la sensación de disfrutar del momento cotidiano de tomar un café con magdalenas.

Como el recuerdo gourmand de una magdalena acompañada con un té ahumado con especias, Blue Madeleine, de Atelier Des Ors, recrea la “expresión olfativa de una merienda”, según explica su perfumista, Marie Salamagne.
La deliciosa receta francesa de Madeleine Paulmier da pie a la fragancia de Demeter, Madeleine, una esencia que materializa el concepto de la “Magdalena de Proust”, que consiste en revivir recuerdos a través del olfato.
Inspirado en los panettones italianos, Devotion, de Dolce & Gabbana, mezcla notas de limón y naranja escarchados, flores blancas y vainilla.

Un toque de ralladura de limón que recuerda al frosting de un cupcake, crema chantillí, praliné, azúcar moreno y vainilla se conjugan en Bake, un perfume orquestado con los que parecen auténticos ingredientes de una receta pastelera. Y es que el perfumista Olivier Cresp se ha inspirado en el famoso cupcake de limón de la cafetería londinense Crumbs & Doilies para componer la partitura olfativa de la fragancia. El resultado es un jugo realmente tentador que recuerda al olor de la masa fresca con el toque de azúcar justo.
El chocolate hace su aparición en Cake, de And Fragrance, un perfume que representa un pastel diferente con notas cremosas de caramelo y una cucharada de absoluto de cacao procedente de comercio justo.
La humilde galleta atesora en su sencillez los aromas básicos que nos transportan a la infancia. Es lo que pretende reflejar Vanilla Cookie Dough, de The Library of Fragrance, al emular el olor de la masa de galletas con azucaradas notas de vainilla.

Cookiecrunch, de Coquillete Paris, se descubre como una galleta recién horneada con un toque de limón y merengue. Crujiente, mantecosa y con un toque cítrico, el perfume introduce un giro sorprendente con una nota de caramelo ahumado muy tentador.
Espolvoreada con azúcar moreno como una galleta de vainilla, nata montada y melocotón, Vanille Exclusive, de Mancera, se revela como un perfume goloso que equilibra la dulzura con un toque floral verde.

A comienzos de la década de los 2000, las pastelerías se llenaron de cupcakes, pequeños pastelitos decorados con profusión de toppings, que elevaron el estatus de la modesta magdalena. Juicy Couture lo demostró en el ámbito de la perfumería con Viva la Juicy Sucre, con un derroche de notas casi comestibles que combinan nata montada, vainilla y cacao con frutas y flores.
Las almendras, que conectan con la tendencia de notas de frutos secos, protagonista de muchos lanzamientos del momento, nos conectan con la repostería morisca y española que elabora refinados mazapanes. Esta nota dulce y aterciopelada realza la faceta gourmand de Almond Suede, de Arquiste, un perfume que equilibra el dulzor con acordes de azafrán y de cuero de gamuza. Un auténtico crisol de culturas orquestado por la perfumista Calice Becker.
Dulce y salado, Gaultier Divine, de Jean Paul Gaultier, apela a los sentidos con un merengue aéreo al que se le añade un toque de sal.