Perfumes con notas de leche… un toque gustativo y cremoso en perfumería que es tendencia en 2024

¿Por qué gusta tanto la nota de leche en las fragancias? Suave, cremosa, cálida, gustativa… La leche introduce un toque gourmand muy agradable a la composición del perfume. Incluso nos puede transportar a la infancia, recordándonos ese gran tazón de leche caliente del desayuno. Pero hay muchos más matices por descubrir. Te invitamos a degustarlos.

Desde que Issey Miyake innovase en 1998 con una sobredosis de leche en Le Feu d’Issey, las notas lactónicas o lechosas no han dejado de darnos sorpresas, gracias al efecto del sulfurol y las lactonas –entre las más populares se encuentran la cumarina, la gamma-undecalactona (procedente del melocotón) y la gamma-nonalactona (procedente del coco)–, combinados con otros acordes.
El resurgir de la corriente de perfumes gourmand con nuevos giros olfativos que introducen notas insólitas o todavía poco trabajadas en la perfumería, como los frutos secos o las hortalizas, ha impulsado también a las notas de leche, dando como resultado fragancias más sofisticadas y creativas, apropiadas para generar sensaciones de calma y bienestar, justo lo que los consumidores desean sentir en estos momentos.

Los acordes lactónicos se perciben como un aroma cremoso, suave, dulce y atalcado. Combinan bien con la vainilla, el haba tonka y el sándalo, aunque también los podemos encontrar junto a flores.
La perfumista Mathilde Bijaoui explica que las notas lactónicas reproducen un efecto afrutado a coco o a melocotón en las fragancias. En Mane, compañía de fragancias para la que trabaja, cuentan con muchas lactonas biotecnológicas como Cocotone, que tiene un efecto natural de coco rallado, o Coconut Pure Jungle EssenceTM, que es una extracción supercrítica de Coco, que aporta un efecto de leche de coco fresca.
“Las notas lácteas son una forma de reinventar las facetas dulces y golosas y siguen la tendencia olfativa de los cereales y los frutos secos. Aportan cierta adicción asociada a estructuras ambarinas o amaderadas almizcladas”, explica Bijaoui, que señala que su uso antes estaba más bien restringido a fragancias nicho, pero, ahora, se ha democratizado.
El perfumista debe ser muy hábil a la hora de introducir la nota de leche en el perfume, ya que, debido a su gran potencia y persistencia, un exceso puede llegar a resultar desagradable.
Podemos encontrar el efecto milky en el perfume This is Me!, de Zadig & Voltaire, en el que la nota lactónica procede de una sobredosis de sándalo y de la combinación de sulfurol y lactonas, explica Bijaoui. “También trabajé con notas lácteas en el perfume Honey & Crocus, de Jo Malone, que se lanzó en 2018”, recuerda.
Recientemente, Sonia Constant se ha lanzado a explorar también las notas lácteas en una reinterpretación de L’Air du Temps, la icónica fragancia de Nina Ricci. “Quería crear una joya perfumada, una flor de Tiaré recubierta de oro, muy brillante y soleada; un perfume que irradia una vibración dorada y cremosa al mismo tiempo, gracias a la leche de coco. Sándalo y Vetiver me parecieron obvios para crear la columna vertebral de este perfume, cuya estela continúa con maderas preciosas. Diseñé este perfume para una mujer que irradia su luz interior y calienta a quienes la rodean”, revela la perfumista.

Leche de almendras, coco, cachemira e incienso se combinan en Dent de Lait, de Serge Lutens, fragancia que se inspira en el momento vital de perder el primer diente de leche de la infancia. “Ya cansado de la danza de la lengua que estremece su diente desde hace semanas, un lobo joven se apresura en ofrendar a la sangre aquello que a la leche le somete. Llevo mucho tiempo amándote, no te olvidaré jamás”, es la historia olfativa que Serge Lutens imaginó para el perfume.
Deliciosa y sofisticada, Vanilla Milk Eau de Parfum, de Ellis Brooklyn, combina dos tipos de extracto de vainilla, un toque floral, cacao y un cremoso acorde de leche. Esta fragancia está diseñada para sublimar el aroma de sus esencias con el calor y la propia química de la piel.

Su nombre no deja lugar a dudas, Milk Musk Eau de Toilette, de Molton Brown, una gustativa partitura rebosante de leche y almizcles suaves. La perfumista Maïa Lernout firma esta suave y aterciopelada fragancia que conjuga, además, pera, vainilla, madera de coco y haba tonka.
Coffee Break Eau de Toilette, de Maison Margiela Replica, nos sugiere tomarnos un reconfortante descanso con un café cremoso. El aroma intenso del café y un acorde suave de espuma de leche producen un efecto adictivo y delicioso que experimenta un giro sorprendente con notas tradicionalmente presentes en los fougère como la lavanda.

El perfumista Bruno Jovanovic evoca la pasión por la ópera con Bravi, de Thameen London, una fragancia unisex en la que destaca un embriagador nardo, una sobredosis de jengibre y un novedoso acorde de leche de nueces.
Exótico y cálido, Gold Heart v.4, de Map of the Heart, es una esencia casi nutritiva, repleta de especias muy gustativas, como el cardamomo y la canela, que subliman un acorde de leche tibia.

Aunque los almizcles son los protagonistas del exclusivo Musc Outreblanc, de Guerlain, un sutil acorde de leche se adivina entre flores blancas y cremoso sándalo que conforman una composición olfativa compleja, pero equilibrada, obra de Delphine Jelk.
Sensual y delicioso, Vanille Exquise, de Goutal, nos invita a paladear una infusión de leche de almendras con vainilla en una composición que se define como ambarada gustativa.

Aurelien Guichard se centra en el poder aromático de la madera en Santal Austral, de Matière Première. Es uno de los perfumes más sensuales de la marca, al mezclar el hipnótico sándalo con el iris cremoso, la leche de almendras, el benjuí y el haba tonka.
Extravagante, extremo y embriagador, So Scandal, de Jean Paul Gaultier, también juega con una nota lechosa que eleva aún más su poder adictivo con una explosión de flores de naranjo, jazmín y tuberosa.