Perfumarse es todo un arte, todo aquel que usa perfume tiene su forma particular de aplicarlo y para muchos forma parte del ritual de vestirse.
A pesar de que el gesto de perfumarse es algo cotidiano, hay tantas formas de hacerlo como personas, y cada uno tiene sus costumbres y trucos. Aunque no es una ciencia exacta, hay unas zonas que ayudan a que los perfumes destaquen.
El perfume puede aplicarse directamente sobre la piel o bien en las prendas de ropa que llevemos. Depende de las preferencias de cada uno, pero en líneas generales, si aplicas el perfume directamente sobre la piel consigues que se mezcle con tu propio aroma y tenga más personalidad. En el caso de hacerlo sobre la ropa, consigues que se vaya desprendiendo la fragancia poco a poco y dure todo el día.
Perfumar el cuerpo
Si eres de los que opta por perfumar directamente el cuerpo las áreas más populares en las que se acostumbra a aplicar la fragancia son las conocidas como zonas de pulso. ¿Por qué perfumamos precisamente esas regiones del cuerpo y no otras? Porque es allí donde nuestro cuerpo desprende más calor y al entrar en contacto con el perfume surge la magia.
Detrás de las orejas o en los lados del cuello suelen ser las zonas más populares. Pero si lo que quieres es potenciar la sensualidad del perfume también puedes perfumar la nuca, el pecho o incluso en la zona baja de la espalda. Solo alguien que se acerque mucho podrá oler la fragancia.
Las muñecas son la zona predilecta de muchos a la hora de perfumarse, además de ser una zona de pulso, permite que nuestra fragancia llegue más lejos a través del movimiento. De igual forma, perfumando el resto de las articulaciones (codos, rodillas, etc.) conseguirás que tu aroma te envuelva y dejes una estela de perfume a tu paso.
Otra opción es aplicar perfume en el pelo, aunque igual que la piel también transformará el aroma. Es una forma muy sutil y refinada de perfumarse, aunque se debe ir con cuidado puesto que las fragancias suelen contener altos porcentajes de alcohol que pueden dañar el cabello. Por fortuna, actualmente existen muchas variantes de perfume, incluso los que son específicos para pelo o versiones de tu perfume favorito en formato bruma de pelo sin alcohol, y que contribuirán a potenciar tu fragancia.
Detrás de las orejas o en los lados del cuello suelen ser las zonas más populares. Pero si lo que quieres es potenciar la sensualidad del perfume también puedes perfumar la nuca, el pecho o incluso en la zona baja de la espalda.
Perfumar la ropa
Es una gran forma de convertir tu perfume en un complemento más de tu look. Los tejidos acostumbran a absorber los olores (tanto buenos como desagradables) rápido y por mucho tiempo por lo que perfumar la ropa ayuda a que se intensifique tu fragancia.
Perfumar lo que vistes es además una forma sensual de aplicar tu fragancia, ya sea en el cuello de una camisa, en sus puños o en la cintura de un pantalón. Eso sí, es importante asegurarse de que el tejido no se estropeará, ni se manchará al entrar en contacto con el perfume. Por eso es aconsejable si se trata de tejidos delicados se aplique el perfume con unos toques de spray en el aire y dejar que esa nube perfumada impregne la ropa.