La planta verbena se dedicaba a Venus en la antigüedad, ya que se decía que su aroma tenía el poder de despertar la pasión. En la Edad Media, se utilizaba mucho en brujería para preparar pociones de amor. En la actualidad, este aroma universalmente agradable se considera un clásico por su fragancia fuerte y fresca que recuerda a los limones y las limas.