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clasificación olfativa
Familia
AMBARADO (ORIENTAL)
Subfamilia
AFRUTADO
Muchas culturas antiguas veneraban los rubíes, creyendo que en su núcleo ardía una llama eterna que nunca se apagaría ni desvanecería, lo que los convertía en un símbolo intemporal del amor verdadero. En las leyendas susurradas de la antigüedad, se decía que los rubíes eran la sangre vital de la Madre Tierra, cristalizada durante milenios en gemas ardientes. Estas piedras sagradas se convirtieron en emblemas inmortales del amor, la vitalidad y el pulso inquebrantable de la vida misma. El rubí es un tributo al amor en todas sus formas, romántico, familiar o platónico. En un mundo a menudo envuelto en sombras, el resplandor radiante del amor permanece constante, siempre dispuesto a iluminarnos y guiarnos. Siempre puro. Siempre tuyo. Siempre tuyo.