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Haba tonka

Almendrado, cola blanca, “Amaretto”, gourmand, balsámico, aterciopelado, tabaco, ahumado.

Un aroma embriagadoramente dulce de muchas facetas: aterciopelado, ahumado, balsámico y susurrante que recuerda al tabaco. El haba tonka es un fijador excelente, que extiende sus suaves facetas lechosas para mezclar y fusionar notas en acordes complejos. Un aroma potente y sensual que a menudo se compara con la vainilla.

Ficha técnica
Tipo
Materia prima natural
Método de extracción
Extracción con solventes
Partes usadas
Semillas

Producción

En las exuberantes selvas tropicales de Venezuela, Guyana y Brasil, se pueden encontrar habas tonka dentro del fruto del árbol del té brasileño (dipteryx odorata). Las semillas se cosechan, se secan y se sumergen en ron de 12 a 24 horas y luego se secan de nuevo, lo que da pie a la formación de cristales de cumarina. Después se muelen las habas tonka hasta convertirlas en polvo y, finalmente, se extraen el concreto y el absoluto con solventes.

Historia

Las habas tonka se añadían al tabaco rapé por su fuerte aroma característico. Sin embargo, el uso de cumarina en el tabaco está actualmente prohibido tanto en Francia como en los Estados Unidos. Descubierta en 1868, la cumarina fue uno de los primeros productos sintéticos aromáticos desarrollados por el químico inglés William H. Perkin. Unos años más tarde, en 1882, Paul Parquet usó esta molécula sintética para crear “Fougère Royale”, un perfume de Houbigant, y luego, en 1889, Aimé Guerlain usó la misma molécula para crear “Jicky de Guerlain”. Estas fragancias marcaron un antes y un después en la historia de los perfumes y los materiales sintéticos.

Origen

Brasil, Guyana, Venezuela