L'Omertà que no es ni Oriente ni Occidente, ni fragancia femenina ni masculina. Es un crisol, un vínculo entre culturas. La composición tiene un poder tremendo. Hay algo explosivo, resplandeciente y seductor en una fragancia que crea un puente entre Oriente y Occidente, cuando combina el esplendor y la abundancia de Oriente con la frescura y la elegancia de Occidente.