
La rosa es, sin lugar a duda, la flor más famosa del mundo. En el arte, la religión y la iconografía de la naturaleza, la rosa es un referente de gran fuerza.
Por supuesto, en el mundo de la perfumería es la flor que más seduce por su aroma y por su aspecto multifacético, porque puede ser femenina o masculina, ligera o profunda, misteriosa o luminosa. Al combinarse con otras notas olfativas, sus posibilidades son infinitas.
El "agua de rosa" se utiliza desde hace 2000 años, pero la creación de la esencia de rosa nació en Persia a principios del siglo XVII.

Hoy en día, el “agua de rosa” sigue utilizándose como un tónico facial con grandes cualidades para la piel. La rosa es una de las flores más usadas en perfumería, pero también una de las más caras; por ello son realmente pocas las fragancias de contienen esencia o absoluto de rosa, la mayoría de ellas “recrean” el aroma que se trabaja a través de una reconstitución. Las rosas más usadas en perfumería son dos: la Rosa Centifolia -conocida como rosa de mayo- y la Damascena.
En los últimos años, las fragancias donde se mezclan la rosa con el oud se han puesto de moda por su sensualidad, su misterio, y no es raro ya que ambas esencias vienen de oriente. En Oriente Medio siempre se ha usado mucho la rosa, tanto para mujeres como hombres, y como tradicionalmente suelen finalizar el ritual de perfumarse dejando el humo del oud impregnar la ropa, así, nace la idea de poner oud directamente en los perfumes para reproducir esta combinación. Algunas marcas comenzaron a crear fragancias exclusivamente para este mercado, pero el mundo entero comenzó a enamorarse de estas fragancias y hoy en día, ya en el mundo occidental son más comunes los aromas más intensos.
Los perfumes más legendarios de rosa son:
- Rose Jacqueminot de Coty (1904) fue la primera de la perfumería moderna, pero ya no existe.
- Rose de Caron (1949) con Rosa apolvada.
- **Aromatics Elixir de Clinique **(1971): gran perfume de la familia Chypre que revela la magia del acorde rosa-patchouli.
- Nahéma de Guerlain (1979): propone un acorde moderno de rosa afrutada.
- **Paris de Yves Saint Laurent **(1983): primer acorde rosa-violeta que recordaba el aroma de un pintalabios.
- Trésor de Lancôme (1990): sigue el linaje de Paris con el accorde rosa-violeta.
- Sa Majesté la Rose de Serge Lutens (2000): en los inicios de la perfumería de nicho.
Y actualmente, perfumes como Rose d’Arabie de Armani Privé, Burning Rose de Carolina Herrera Privé o **Rose Prick de Tom Ford **son fragancias que nos demuestran porqué, la rosa sigue siendo la reina de todas las flores.