En los últimos años, la sociedad ha dado un giro en cuanto a hábitos de autocuidado. Relajarse y mejorar el estado de ánimo ha situado a las fragancias como un artículo muy demandado.
El poder del perfume para evocar recuerdos y emociones nos ofrece una vía accesible para reconectar con nuestro bienestar. Y con la vuelta a la rutina y la llegada del otoño, los perfumes se convierten en aliados para reactivar la energía y recuperar la motivación diaria.
¿Buscas un perfume que te haga sentir bien?
Perfumistas y expertos confirman lo que antes era intuición: un perfume no solo huele bien, también puede elevar el ánimo. Por eso crece la demanda de fragancias con propósito emocional, mientras el bienestar se vuelve un factor central en la relación de los consumidores con las marcas.
Las casas de fragancias respaldan esta idea con estudios científicos y formulan claims cada vez más precisos: aromas que refuerzan la confianza o que ayudan a reducir el cortisol, la hormona del estrés.
El contexto es revelador: según Circana, el escapismo crece ante preocupaciones globales como guerras, crisis económicas o el cambio climático. El ocio, los pasatiempos y el cuidado personal alimentan la llamada economía de la alegría, y la perfumería se integra como catalizador de placer, calma y energía positiva. La Organización Mundial de la Salud estima que más de mil millones de personas sufren algún trastorno de salud mental, lo que hace aún más valioso este refugio sensorial.
Ciencia, tecnología y emociones
El vínculo entre fragancia y emoción ya no es solo objeto de estudio del perfumista. Las casas de fragancias aplican neurociencia para crear aromas que que conecten con las inquietudes de los consumidores:
- IFF – Scentcube™: un banco de más de 6.000 aromas con algoritmo que identifica notas capaces de activar estados emocionales específicos.
- Mane – Wellmotion™: combina ciencia cognitiva, psicología y neurociencia con un enfoque holístico para descifrar los sentidos y explorar el vínculo entre emoción y fragancia.
- Actimood™ – Symrise: fragancias patentadas que estimulan bienestar a través del sistema nervioso central.
- Givaudan – Global Centre of Excellence in Neuroscience: investiga la relación entre moléculas aromáticas y reacciones cerebrales.
- dsm-firmenich – AROMActive™: línea con ingredientes con beneficios emocionales probados.
Todos exploran el córtex olfativo, que conecta con la amígdala y el hipocampo, regiones que gobiernan memoria y emociones, lo que explica por qué el perfume impacta más que cualquier otro sentido.
Las casas de fragancias aplican estudios de neurociencia a los desarrollos de perfumes para obtener esencias que conecten con las inquietudes de los consumidores.
Marcas pioneras en bienestar
El "perfume de la felicidad" no es nuevo. El cóctel cítrico Clinique Happy, lanzado en los 90, anticipó esta tendencia y desde entonces se ha convertido en un clásico de ventas de Estée Lauder. Durante la pandemia, velas, brumas y fragancias se consolidaron como rituales de confort, y hoy el perfume es una herramienta para calmar, concentrar o revitalizar el ánimo.
Estée Lauder, en colaboración con la Universidad Tecnológica de Dresde y su Clínica del Olfato y el Gusto, investiga cómo los aromas influyen neurológicamente en las emociones para inspirar nuevas fragancias, envases y experiencias.
Entre los lanzamientos que evocan estados de ánimo destacan:
- Charlotte Tilbury – Collection of Emotions (con IFF Scentcube™): fragancias diseñadas para transmitir amor, serenidad, energía, seducción, felicidad o poder personal (Love Frecuency, Calm Bliss, Joyphoria, Magic Energy, Cosmic Power y More Sex).
- Lancôme – Les Ô: tres fragancias (Ôver the Top, Ô Zénith y Ôff Now) creadas con el programa de Ciencia del Bienestar de IFF para despertar los sentidos y mejorar el ánimo.
Otras marcas que apuestan por la perfumería emocional son Vyrao, Initio Parfums, Bibbi Parfum, Orebella (de Bella Hadid), Altra, Incorp y House of Helios. Incluso Boticário lanzó un perfume inspirado en Inside Out 2, para conectar con el público infantil.
Fragancias que se convierten en emociones
El mercado se mueve hacia un perfume multidimensional: no solo proyecta estilo, sino que acompaña el bienestar diario. Igual que una clase de yoga, una playlist motivadora o una sesión de meditación, una esencia puede transformar la rutina.
El reto para las marcas es equilibrar ciencia y emoción: traducir hallazgos científicos en experiencias sensoriales memorables sin perder la magia que hace del perfume un arte. En un solo gesto, una pulverización puede ayudar a calmar el estrés, equilibrar la energía y aumentar la motivación.