Seguro que muchas veces te has preguntado por qué un perfume huele diferente según quien lo lleve o si su durabilidad depende de lo potente que sea.
Se ha escrito mucho sobre perfumería, pero a veces cuesta discernir realidad y ficción. Desmontamos algunos falsos mitos sobre los perfumes y su aplicación.
10 falsos mitos sobre los perfumes
1.- Cuanto más potente sea un perfume más dura en la piel.
Esta afirmación es falsa. La durabilidad de un perfume en la piel no depende de lo fuerte o intensa que sea su fragancia, sino de la suma de diferentes factores, como el tipo de piel (cuanto más seca es la piel, menos se retiene el perfume), el clima, el porcentaje de concentración del perfume y la composición del perfume (cuantas más notas de fondo tenga, más durará).
2.- Si te aplicas mucho perfume, durará más tiempo.
La duración de un perfume está relacionada con su composición e ingredientes, ya que el perfumista compone la fragancia pensando cómo esta va a evolucionar en el tiempo. Por lo tanto, si queremos que el perfume dure muchas horas, no debemos perfumarnos en exceso ya que el resultado puede ser abrumador y llegar a desagradar a las personas que tenemos alrededor. Te recomendamos que reapliques el perfume a lo largo del día de manera sutil para reavivar su presencia sin excederte.
3.- Utilizar perfume para ocultar el mal olor.
Nunca utilices un perfume para tapar un olor corporal desagradable. El resultado puede resultar aún peor… Las fragancias están pensadas para realzar nuestro olor corporal, siempre partiendo de una higiene adecuada. Es más, si después de una ducha o baño caliente y de aplicarte crema corporal vaporizas un perfume sobre tu piel, su olor se fijará más y podrás disfrutar de su agradable fragancia durante más tiempo. Además, oler bien te hace sentir mejor e, incluso, te ayuda a aumentar tu autoestima.
4.- Frotar las muñecas ayuda a fijar el perfume.
No es cierto. El perfume se aplica muchas veces en la zona de las muñecas porque es un punto de pulso y emite más calor, pero frotarlas entre sí no ayuda a que se fije la fragancia. Tampoco es cierto que destruya las moléculas del perfume, pero sí puede contribuir a que este se disipe más rápido.
5.- A mí me huele distinto.
Esta afirmación sí es cierta. El pH de la piel de cada persona transforma el perfume cuando se aplica, puesto que todos tenemos un olor corporal característico. Se trata de una circunstancia que hace que un perfume tenga tantas versiones como pieles sobre las que se aplica, pero también puede resultar frustrante cuando te gusta una fragancia y no huele como esperabas al probarla.
6.- Cuanto más caro sea un perfume, mejor.
Esta respuesta necesita ser matizada, ya que el precio de un perfume puede responder a su calidad, pero, además de la calidad de sus ingredientes, entran en juego otros aspectos como el diseño de su frasco o la marca y el perfumista que lo haya creado. Es importante que la materia prima sea de buena calidad, un requisito primordial de la perfumería nicho, pero parte de la magia de un perfume se encuentra en todos los valores intangibles a los que lo asociamos.
Además de su calidad, e independientemente del precio, debes tener en cuenta cómo se siente el perfume sobre tu piel –ya que, como te hemos explicado, debido al pH, el perfume evoluciona de manera diferente en cada piel– y, a partir de ahí, decidir si se ajusta a tus preferencias personales.
Desmontamos algunos mitos comunes sobre el perfume y su aplicación.
7.- El perfume pasa de moda.
No hay nada más alejado de la realidad. Aunque en perfumería hay corrientes que marcan tendencia a lo largo del tiempo, al igual que sucede en la moda, existen clásicos que siguen tan vigentes como el primer día como Colonia, de Acqua di Parma, desde 1916, o Nº5, de Chanel, desde 1921.
8.- Perfumes para mujer y perfumes para hombre.
La eterna discusión sobre si los perfumes tienen género no te llevará a ningún lado… Efectivamente, las fragancias no tienen por qué estar asociadas a un género en concreto; lo que sucede es que el uso que hacemos de ellas tiene un fuerte componente histórico, cultural y social y, por tradición, hay culturas que asocian determinados ingredientes con el género femenino o masculino. Y esto no es igual en todas las sociedades. Por ejemplo, en Occidente, las flores están más vinculadas a las fragancias para mujer, pero, en Oriente, las encontramos también en las composiciones que utilizan los hombres. Y aunque el marketing ha creado asociaciones indelebles respecto a marcas y fragancias, los gustos personales siempre deben estar por encima de los dictados de la moda.
¿Te has fijado en que cada vez hay más perfumes unisex? Es una reivindicación de la perfumería –especialmente de la perfumería de autor– para hacer notar que las fragancias no tienen género.
9.- Los perfumes naturales son mejores que los sintéticos.
Echa el freno. Lo natural no es siempre sinónimo de mejor, más saludable, ni siquiera de más ecológico. En primer lugar, para disfrutar de un perfume con la máxima calidad, persistencia y estabilidad, debes tener en cuenta que las moléculas de síntesis son imprescindibles en la perfumería moderna para disfrutar del perfume tal y como lo conocemos actualmente. Si solo se empleasen ingredientes naturales en las fórmulas de las fragancias, estas serían mucho más planas, sin tantos matices.
Por otra parte, si te preocupa la seguridad de los ingredientes de síntesis o su impacto en el medio, todas las fragancias que se ponen a la venta en establecimientos oficiales y autorizados cumplen con exigentes regulaciones que priman la salud y la seguridad. Además, debes saber que el sector de la perfumería es uno de los más innovadores y que se ha volcado de lleno en la reducción de su huella y en la preservación de los ecosistemas. La química verde está dando pasos de gigante, convirtiendo en eco a las alternativas que se producen en el laboratorio frente a la sobreexplotación de materias primas.
10.- El perfume no caduca.
Por su alto contenido en alcohol, que actúa como conservante, es complicado determinar la caducidad de un perfume. Como mucho de lo que rodea a la perfumería, no hay reglas estrictas. Evidentemente, si conservas durante años un perfume, puedes notar cambios en su color e, incluso, en el olor. Todas las fragancias se van transformando con el paso del tiempo y debes tener en cuenta que el perfume no mejora con los años, como sucede con el vino. Así que disfruta al máximo de tus fragancias cuando las adquieras.
Perfumistas y expertos en perfumes recomiendan conservar el perfume dentro de su embalaje original, en un lugar seco y fresco y lejos de la luz solar.
¿Qué pasa con las fragancias que utilizas en temporadas concretas del año y las dejas sin uso durante algunos meses? Generalmente, los perfumes se conservan con su calidad excepcional, como mínimo, durante dos años. Pero si hay perfumes que utilizas solo durante los meses de verano o invierno y dejas de usarlos durante un tiempo, te recomendamos que hagas tres vaporizaciones al aire para descargar la fragancia que haya podido quedar almacenada en la bomba del dosificador. Después, perfúmate como lo sueles hacer y disfruta de la fragancia.