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Básicos de Perfumería

Perfumes unisex, una tendencia con mucha historia

El concepto de los perfumes unisex o genderless es tan fascinante como su historia, y es que el género de los perfumes fue establecido más como una cuestión de marketing que por un gusto “innato” de hombres o mujeres.

El concepto de los perfumes unisex o genderless es tan fascinante como su historia, y es que el género de los perfumes fue establecido más como una cuestión de marketing que por un gusto “innato” de hombres o mujeres.

Si preguntásemos a cualquier perfumista acerca del género de los perfumes, recibiríamos inequívocamente la misma respuesta: los perfumes no tienen género. Pero, por costumbre, las fragancias se han clasificado como “femeninas” y “masculinas” para ayudar a los consumidores a elegir la esencia que, en principio, se ajusta más a las etiquetas de género. Hoy, esta clasificación está cambiando y cada vez son más las marcas que se aventuran a presentar sus composiciones olfativas libres de género. Te invitamos a descubrirlas y a conocer la historia de los perfumes unisex.

La clasificación por género de los perfumes se debe más a una cuestión de marketing que al gusto de los consumidores, y aunque las fragancias, que estaban elaboradas esencialmente con ingredientes naturales, eran utilizadas indistintamente por hombres y mujeres hasta finales del siglo XIX, su uso cambia drásticamente a partir del siglo XX (pero no para siempre, como comprobarás, si sigues leyendo).

Desde finales del siglo XIX, cuando surgen las primeras moléculas de síntesis que permiten el desarrollo de la perfumería moderna tal y como la conocemos hoy, empiezan a aparecer distinciones de género. No obstante, hay lapsus tan geniales como el de Jicky de Guerlain (1889), considerado uno de los primeros perfumes modernos que, pese a ser creado para mujeres, interesó mucho a los consumidores masculinos de la época.

Hasta los años 90, los géneros en las fragancias estuvieron muy marcados: la mayoría de las fragancias femeninas eran florales y las masculinas tenían notas aromáticas que evocaban limpieza. 

El perfumista Ramón Monegal señala que la irrupción de las marcas de moda en el negocio de la perfumería influyó en la distinción de géneros en el perfume. “Impone el género, la estacionalidad, que la mujer tiene que oler a flores y el hombre a maderas… Todos son conceptos de marketing que no responden a los valores del perfume”, explica. Y esto, además, es solo así en Occidente, pues en Oriente Medio existe otra relación con el perfume y los hombres huelen, por ejemplo, a rosas. Por este motivo, Monegal entiende que uno de sus compromisos como perfumista es ser un “guardián del perfume” y apostar por la fragancia de calidad, sin etiquetas.

Desde finales del siglo XIX, cuando surgen las primeras moléculas de síntesis que permiten el desarrollo de la perfumería moderna tal y como la conocemos hoy, empiezan a aparecer distinciones de género. No obstante, hay lapsus tan geniales como el de Jicky de Guerlain (1889), considerado uno de los primeros perfumes modernos que, pese a ser creado para mujeres, interesó mucho a los consumidores masculinos de la época.
Hasta los años 90, los géneros en las fragancias estuvieron muy marcados: la mayoría de las fragancias femeninas eran florales y las masculinas tenían notas aromáticas que evocaban limpieza.
El perfumista Ramón Monegal señala que la irrupción de las marcas de moda en el negocio de la perfumería influyó en la distinción de géneros en el perfume. “Impone el género, la estacionalidad, que la mujer tiene que oler a flores y el hombre a maderas… Todos son conceptos de marketing que no responden a los valores del perfume”, explica. Y esto, además, es solo así en Occidente, pues en Oriente Medio existe otra relación con el perfume y los hombres huelen, por ejemplo, a rosas. Por este motivo, Monegal entiende que uno de sus compromisos como perfumista es ser un “guardián del perfume” y apostar por la fragancia de calidad, sin etiquetas.

La clasificación por género de los perfumes se debe más a una cuestión de marketing que al gusto de los consumidores.

El primer perfume unisex

El primer perfume unisex

Se considera que el primer perfume unisex lanzado al mercado como tal es CK One (1994), de Calvin Klein, una fragancia fresca con olor a limpio que combina cítricos y un toque de té, que marcó un hito en la historia de la perfumería celebrando la neutralidad de género y convirtiéndose en un símbolo para una generación de jóvenes que pretendía romper con las normas sociales.
Pero, también, durante los 90 comienzan a cobrar protagonismo marcas de perfumería nicho que proponen fragancias construidas alrededor de un ingrediente, de una historia olfativa… más que de un concepto de marketing, y que se caracterizan por realizar esencias unisex: L'Artisan Parfumeur, Diptyque, Serge Lutens y Comme des Garçons.
Nos encontramos en un momento de contrastes, una década en la que el marketing de perfumes todavía usa y abusa del sexo para la comercialización: la seducción se sirve en un frasco de perfume y las campañas publicitarias muestran imágenes hipersexualizadas.

Durante la década de los 90 cobran protagonismo marcas de perfumería nicho que proponen fragancias construidas alrededor de un ingrediente o de una historia olfativa con un enfoque unisex.

Perfumes libres de género

Perfumes libres de género

A comienzos de los 2000, el enfoque sobre el género empieza a cuestionarse. Estamos ante un cambio generacional liderado por los jóvenes, primero millennials y, más adelante y con más fuerza, la generación Z, que entiende otra forma de expresarse fuera de los cánones establecidos tradicionalmente para hombres y mujeres. Así llegamos hasta el concepto “género neutral” o “libre de género” que se ha establecido, sobre todo, en la perfumería de autor y que reivindica el poder de las emociones a través de la fragancia.
No podemos pasar por alto lo que supuso la pandemia de 2020 en la sociedad: meses de introspección dentro de casa en los que se puso en valor más que nunca el poder del perfume para crear sensaciones positivas y de calma y un despertar a la vida social, una vez superada la epidemia, que confirió a la fragancia un nuevo papel para empoderar al individuo. Los consumidores abrieron su mente hacia una nueva relación con los perfumes, más dispuestos a probar nuevas propuestas olfativas que les permitieran expresar su personalidad y estado de ánimo, sin tener en cuenta el concepto de seducción al sexo opuesto que había imperado antes en la industria.

La ilusión de sentirse único

La ilusión de sentirse único

Siguiendo la tendencia marcada por las firmas nicho, las grandes marcas han lanzado también colecciones exclusivas con un enfoque unisex. Algunas de las más conocidas son Les Exclusifs, de Chanel; Hermessence, de Hermès; y Armani Privé, de Giorgio Armani.
El interés por las firmas de nicho y artesanales, incluso entre los jóvenes, quienes han accedido a las propuestas más elevadas de la perfumería gracias a los contenidos virales de redes sociales, está impulsando las propuestas unisex.

La búsqueda de autenticidad y exclusividad para sentirse diferente ha aumentado la popularidad de marcas independientes y de autor, cuyas creaciones desarrollan historias personales, evocan recuerdos y despiertan emociones. A menudo se distinguen por composiciones olfativas más complejas que huyen de estructuras clásicas y que apuestan por ingredientes raros o muy preciados. Aunque esto no es una norma. En lo que coinciden es en hacer protagonista a la esencia, sin campañas publicitarias masivas y, normalmente, con presentaciones en frascos sencillos que encajan con un lujo silencioso y más sostenible. El objetivo es transmitir una visión artística y creativa y ofrecer al consumidor un producto de alta calidad que le ayude a reafirmar su identidad personal.

En esta nueva ola de marcas nicho con posicionamiento unisex encontramos a Aesop, Le Labo, DS & Durga, Escentric Molecules y Byredo, por citar solo algunas.

La búsqueda de autenticidad y exclusividad para sentirse diferente ha aumentado la popularidad de marcas independientes y de autor, cuyas creaciones desarrollan historias personales, evocan recuerdos y despiertan emociones. A menudo se distinguen por composiciones olfativas más complejas que huyen de estructuras clásicas y que apuestan por ingredientes raros o muy preciados. Aunque esto no es una norma. En lo que coinciden es en hacer protagonista a la esencia, sin campañas publicitarias masivas y, normalmente, con presentaciones en frascos sencillos que encajan con un lujo silencioso y más sostenible. El objetivo es transmitir una visión artística y creativa y ofrecer al consumidor un producto de alta calidad que le ayude a reafirmar su identidad personal.
En esta nueva ola de marcas nicho con posicionamiento unisex encontramos a Aesop, Le Labo, DS & Durga, Escentric Molecules y Byredo, por citar solo algunas.

¿Qué hay del amor romántico?

¿Qué hay del amor romántico?

Esa es la pregunta que Givaudan se ha hecho en 2024 en el proyecto “What is love?”, en el que la compañía de fragancias y aromas explora los nuevos códigos del amor y de las relaciones amorosas entre los jóvenes de la generación Z. El reto de los perfumistas es descifrar un nuevo enfoque sin género que exprese lo que significa el amor y la atracción para esta generación libre de prejuicios.

¿Te animas a descubrir el fascinante mundo de las fragancias unisex? Explora este universo olfativo en nuestra biblioteca de perfumes.

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