Tiene una actitud abierta y curiosa, que le permite ver todo como una posibilidad, incluso los errores. Sus creaciones son muy personales y contienen elementos inspirados en sus recuerdos, gustos y encuentros: un pastel con sabor a rosa, un lirio en flor descubierto en el Jardin de Bagatelle o un cóctel que preparó para sus amigos.
"Desde el principio, sentí un ardiente deseo de creación que me llevó por el camino de la perfumería".
"Desde el primer día, supe que éste era el trabajo de mis sueños, porque lo contenía todo: aromas, creación, pasión y moda", afirma Sonia Constant. Tiene una actitud abierta y curiosa, que le permite ver todo como una posibilidad, incluso los errores. Sus creaciones son muy personales y contienen elementos inspirados en sus recuerdos, gustos y encuentros: un pastelito aromatizado con rosas, un iris en flor descubierto en el Jardin de Bagatelle o un cóctel que preparó para sus amigos. Sobre todo, los viajes de Sonia le proporcionan una rica fuente de ideas, y las impresiones perfumadas de Namibia, Japón, India o Vietnam impregnan sus fragancias.