Trabajaba sus fragancias como un artesano trabaja la luz, con sobriedad, paciencia e intuición.
Rosendo Mateu (1945-2021) fue uno de los grandes nombres de la perfumería contemporánea, combinando el rigor técnico con la sensibilidad artística. Nacido en Barcelona, entró en el mundo de las fragancias a una edad temprana, incorporándose a la casa Puig, donde pasó más de 50 años, la última década como maestro perfumista.
Formado en la escuela de Grasse y apasionado por la química, la historia del arte y los materiales, Mateu desarrolló un estilo profundamente equilibrado, construido sobre una riqueza de contrastes: entre frescura y calidez, transparencia y densidad.
Creó numerosas fragancias para prestigiosas casas, a menudo en un segundo plano, pero siempre con extrema precisión.
En 2017, tras retirarse de Puig, lanzó su propia casa: Rosendo Mateu Olfactive Expressions, una colección personal y de espíritu libre en la que exploró acordes sutiles y sensuales, a menudo centrados en materiales nobles como el almizcle, el sándalo, el ámbar o el neroli.
Su Fragancia N°5, por ejemplo, se convirtió rápidamente en una favorita de culto: un profundo acorde almizclado-floral, la firma de su enfoque moderno pero íntimo.
Rosendo Mateu trabajaba sus fragancias como un artesano trabaja la luz: con sobriedad, paciencia e intuición.
Hombre discreto y exigente, creía en una fragancia duradera, equilibrada y universal, capaz de transmitir emociones sin estridencias.
Su legado es doble: creaciones potentes pero refinadas, y una visión del perfume como un lenguaje en sí mismo, tanto científico como poético.