Olivier Cresp

Venerado en Grasse, la ciudad de su familia desde el siglo XVII, el Maestro Perfumista Olivier Cresp es un auténtico icono de la perfumería francesa. Su bisabuelo cultivaba rosas y jazmines, y su padre y su abuelo comerciaban con materias primas. Desde entonces, los secretos familiares se han transmitido a su hijo Sébastien.
De niño, Olivier paseaba con su padre por los campos de flores. La mayoría de las tardes, igual que otros niños escuchan un cuento antes de dormir, la familia Cresp olía las flores frescas recogidas ese día. Su vida temprana tejió una memoria olfativa embellecida por aromas exquisitos y complejos. Extraídas por el hombre, el delicado encanto de las flores y su mágica alquimia inculcaron en el joven Olivier una extraordinaria sensibilidad artística.
Nombrado Maestro Perfumista en 2006 y Perfumista del Año en 2007, es mentor de jóvenes talentos. Con el mismo espíritu, también es miembro de un comité que promueve su oficio y su pasión, y se esfuerza por otorgar a los perfumistas el estatus de artistas y creadores. Comenzó su carrera en Firmenich en 1992 y en 2012 recibió el título de Caballero de las Artes y las Letras.
Olivier aporta a su profesión un alcance incomparable, ayudado por una aguda observación y un sentido de la calma. Amante de la gastronomía y de todo lo refinado, su perfumería es cuidada, delicada y atemporal. Siempre intuitivo, Cresp reconoce la importancia de distinguirse de los demás. "Una idea al año es suficiente, siempre que sea la mejor", afirma con una sonrisa irónica. Siempre explora con curiosidad el mundo de las emociones y busca un concepto poderoso y único que llame la atención una y otra vez.