Karine Dubreuil-Sereni
Mis fórmulas tienen una legibilidad olfativa, pueden leerse como una melodía en una partitura.
Nacida en Grasse, Karine Dubreuil-Sereni es una enamorada de su ciudad y de su arquitectura, de la gastronomía local, de los maravillosos jardines llenos de aromas de sus abuelas. Karine asistió a la escuela de perfumería Roure de Grasse, donde se formó durante tres años con un apetito y una alegría que nunca la han abandonado.
En 1986 se instala en París, un año importante porque cumple su sueño de aprender a cantar. Soprano lírica, Karine toma clases semanales de canto, "no podría pasar sin ellas, me dejan respirar". Luego vinieron los años dorados en Sanofi, locos, llenos de risas y proyectos interesantes, después Florasynth y en 1994, Drom, "una gran experiencia ya que tuvimos que construir la filial parisina desde cero". Luego siguieron diez años en Mane, donde su toque artístico conquistaría a los consumidores asiáticos: "La delicadeza de las flores, un recuerdo de mi infancia en los jardines de Grasse".
En 2012, Karine fundó su empresa, Vox Pro- fumi, y creó varias fragancias para L'Occitane, entre otros. En 2015, se unió a las filas del estudio Takasago Fine Fragrance, que también elabora sus creaciones personales. Su primer maestro, Jean-Louis Sieuzac, le enseñó a "simplificar las fórmulas y a prescindir de las bases". Hoy sigue haciéndolo. Fanática confesa de las fórmulas, trabaja por familias olfativas, de forma muy estructurada. "Mis fórmulas tienen una legibilidad olfativa, se pueden leer como una melodía en una partitura".
