Jérôme di Marino

Dotado de un espíritu tan enérgico como el sol y tan vasto como el océano, este joven perfumista con una carrera admirable ha ganado reconocimiento en su oficio elegido. Viviendo y trabajando entre París y Barcelona, se unió al equipo creativo de Mane a finales de 2022.

Mediterráneo de corazón, Jérôme Di Marino nació en los Alpes franceses, punto de encuentro de los países de sus padres. La familia de su padre es de Abruzzo, Italia, y la de su madre, de la Saboya francesa. Creció en un pequeño pueblo de Haute Savoie, con una habitación con vistas al Mont Blanc. Vivió plenamente al aire libre, recorriendo el mundo con libertad y sin preocupaciones. Así, el retrato olfativo de su infancia está compuesto de toques francos: aquellos de interiores de madera y encerados, del olor verde y aceitoso de las setos de cedro, de una cocina con albahaca y de las pizzelle, una gofre italiana incrustada con limón y anís. Aficionado a los aromas culinarios, incluso hoy, cuando Di Marino viaja, los mercados locales son su primera parada, donde descubre los productos regionales – frutas, especias, verduras – así como recetas tradicionales.

Sin embargo, es esta profesión la que lo llama incansablemente. La idea le vino al final de la secundaria, después de haberse mudado a Niza. Apasionado por el dibujo y buscando cultivar su fibra creativa, consideró asistir a una escuela de arte. Sin embargo, un folleto de ISIPCA ubicado frente a la oficina del consejero de orientación le reveló su verdadero camino. Tras estudiar química, Di Marino se matriculó en la famosa escuela. Su aprendizaje tuvo lugar en Givaudan, donde conoció a Nathalie Cetto, la primera tutora de su carrera.

Dos años después, tras un período en el grupo LVMH, se unió a la casa Takasago, donde Francis Kurkdjian supervisó una nueva etapa de su aprendizaje: un año y medio dedicado a revisar acordes, estudiar grandes clásicos y éxitos contemporáneos. Al final del programa, animado por la benevolencia de su mentor, Di Marino firmó en 2015 el perfume Black para Daniel Hechter, que ganó el premio FiFi al mejor perfume en el mercado masivo.

Jérôme Di Marino es un perfeccionista que se sumerge en cada empeño creativo con determinación, tratando cada proyecto como un rompecabezas único. Alcanza la perfección mediante una técnica meticulosa, combinando elementos como el placer y el confort en sus creaciones emblemáticas. Inspirado por los contrastes y la importancia del contexto, Di Marino explora en Mane combinaciones inesperadas de ingredientes, prefiriendo la sorpresa al naturalismo predecible. Sus intereses se extienden más allá de la perfumería hasta la gastronomía, la mixología y el arte, impulsados por un enfoque multiartístico. Guiado por el deseo de innovar y romper barreras, el camino de Di Marino está marcado por sus inspiraciones no convencionales y su compromiso con explorar nuevos territorios creativos.