"Soy muy curiosa por naturaleza, siempre estoy a la caza de algo nuevo, sobre todo en las exposiciones de arte moderno. Me gustó la exposición de Anish Kapoor en Berlín, quizá por la forma en que utiliza las artes visuales para jugar con nuestros sentidos".
La sensibilidad a los olores y el placer de adivinar los perfumes de las personas que le rodean le llegaron muy pronto a Jacob Varela: primero durante la infancia en Barcelona, donde nació en 1986, y después en Luxemburgo, donde vivió hasta la adolescencia.
Después de estudiar química y realizar unas prácticas Erasmus en un laboratorio de cromatografía y química orgánica en Niza, Jacob, que de niño quería ser inventor para poder entenderlo y diseccionarlo todo, decidió matricularse en la escuela de perfumería y cosmética ISIPCA para entender y diseccionar moléculas y luego ser perfumista.
Se graduó en 2012 con experiencia laboral en control de calidad y evaluación en Takasago. Continuó su formación allí, pasando casi dos años en Fine Fragrance and Personal Care, antes de incorporarse al centro de creación de la rue Torricelli, donde desarrolló sus conocimientos técnicos con Francis Kurkdjian, en particular, durante un periodo de 18 meses.
Jacob ya hablaba cuatro idiomas europeos; ahora puede conversar en mandarín, tras haber trabajado en la filial de Shanghái durante tres años como perfumista-creador de Fine Fragrance and Personal Care. La importante experiencia que ha adquirido a nivel cultural y profesional le ayuda a explorar nuevos registros y a ampliar sus horizontes y fuentes de inspiración en este mundo de materias primas.
En septiembre de 2018, regresó a París y a su lugar en el equipo parisino, y sigue haciendo malabarismos con estos dos segmentos de mercado con pasión.