Ane Ayo

La personalidad de Ane Ayo ha sido moldeada por una gran variedad de tesoros europeos. Tras crecer en España, Ane estudió en el Reino Unido, pasó un tiempo en Alemania y lleva varios años trabajando en Francia. Este bagaje multicultural la ha acostumbrado a inspirarse en todo lo que el mundo puede ofrecerle.
De su infancia en Bilbao guarda un recuerdo de libertad. Frente al océano, su casa tenía vistas al infinito. Su sensibilidad olfativa estaba ya muy desarrollada, y de niña su padre le regaló un órgano perfumero: un juego llamado Olfanova. En aquella época sólo era un entretenimiento. A Ane también le gustaba reconocer a los invitados por su rastro de olor.
Ane estudió farmacia antes de descubrir un artículo sobre Alberto Morillas en un periódico español. Entonces se dio cuenta de que esta pasión podía convertirse en una profesión. Ane cursó un máster en gestión de empresas de perfumería y moda antes de ingresar en el Instituto de Perfumería de Grasse. Completó su formación con un perfumista de Grasse, Philippe Romano, que le transmitió su sensibilidad y su apego por las materias primas naturales. Para Ane, la perfumería es una profesión de confianza y de compartir. También es una pasión que le permite expresar su sentido de la estética y realizarse, al tiempo que le abre las puertas del mundo.
Muy visual, Ane se interesa especialmente por la pintura, la moda, la danza, los tejidos y los colores. Le gusta pasar su tiempo libre creando colecciones y perfumes en torno a un mismo tema. Su colección de flores, "L'Atelier des Fleurs", tiene como ingrediente la lavanda Memory o el nardo Saffron. Combina así dibujo, diseño y perfume. Ane utiliza las ideas fuerza de sus colecciones para sus creaciones; este trabajo le permite desviar y esculpir los materiales para revelar su singularidad.
Esta joven generosa y apasionada también se inspira mucho en los viajes. Japón en particular, que la maravilla tanto por su cultura y gastronomía como por su arte. Menorca, su "isla de vacaciones", ocupa un lugar especial. El color azul evoca sus estancias en esta isla contrastada, sorprendente y diferente. El mar resuena en ella de una forma muy emotiva. A Ane también le gusta deambular por las calles de París, caminar sin rumbo y pasear por las librerías de los museos donde se mezclan diferentes temas: diseño y decoración, fotografía, moda o arquitectura. Los recuerdos de Ane son una gran fuente de creatividad.