La aventura olfativa de Diptyque nace en París, en 1961, cuando tres artistas, Desmond Knox-Leet, Christiane Montadre-Gautrot y Yes Coueslant, unidos por su sensibilidad, ponen en marcha un espacio donde comercializan objetos decorativos.
Las velas perfumadas son la puerta de acceso de la marca al universo de la fragancia. En 1963, Diptyque presenta un nuevo concepto de ambientación con la primera vela con olor que traslada la sensorialidad de los perfumes al hogar.
Y en 1968, la marca continúa explorando el universo del perfume con su primer eau de toilette, L’Eau, que sigue una receta del siglo XVI como una evocación de los pomanders –objetos que se utilizaban en el pasado para perfumar las estancias–, sin estar adscrito a un género.
La naturaleza, los viajes y las artes gráficas son las señas de identidad del universo olfativo de Diptyque, que cuenta en su catálogo con fragancias tan sugerentes como L'Ombre dans L'Eau, Do Son, Fleur de Peau y L’Eau des Hespérides.