Una nota base cálida y balsámica, particularmente popular en los acordes ambarinos. Su aroma sensual y distintivo recuerda notas cálidas de benjuí, incienso y musgo. También pueden revelarse facetas inesperadamente dulces.
Los árboles de mirra crecen en las regiones secas del noreste de África y la península arábiga. La mirra se obtiene a través de la exudación natural o artificial de la corteza del árbol. El líquido espeso y blanco que se recolecta se vuelve marrón con la oxidación y luego se destila por arrastre de vapor para obtener su esencia.
La historia de la mirra es tan antigua como la del incienso. Los egipcios la usaban para hacer kyfi y como parte del proceso de embalsamamiento. En la Biblia, la mirra fue uno de los regalos que los Reyes Magos le llevaron al Niño Jesús. En la cultura griega se usaba para dar sabor a las bebidas y también se asocia con una leyenda específica. Mirra fue maldecida por las Gorgonas y mantuvo una relación incestuosa con su padre, Ciniras, el rey de Chipre. Como resultado, ella se convirtió en un árbol de mirra y cuando la corteza se partió, nació su hijo Adonis.
Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Omán, Arabia Saudita, Yemen
La fórmula original es del 1981, y ofrece un efecto “calor-frío” entre mirra y pimienta. Esta resina, con su cálido olor a regaliz, se adorna aquí con almizcle, y calienta un corazón floral donde se rozan dos reinas de las flores: un absoluto de jazmín y una excepcional esencia de rosa.
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