Aterciopelada y suave, la nota de melocotón añade una nota jugosa y suave a las composiciones finas y funcionales. Su aroma es penetrante pero delicado, y agrega una dualidad cómoda y suave, amelocotonada, a los ramos florales y las composiciones frutales.
El melocotonero (también conocido como Prunus persica) es un árbol de hoja caduca perteneciente a la familia de las rosáceas. Apreciado y cultivado por primera vez en la provincia de Zhejiang, en el este de China, el melocotonero se puede encontrar en muchos climas templados en la actualidad. Sin duda, los melocotones son una experiencia para los sentidos, su suave piel acaricia los labios y el aroma fresco pero dulce como la miel alegra las fosas nasales y mima las papilas gustativas. Desafortunadamente, no es posible extraer el aceite esencial de los melocotones y, por lo tanto, sus placeres se reproducen sintéticamente, sobre todo utilizando gamma-undecalactona (aldehído C14).
La popularidad del melocotón como nota de fragancia realmente alcanzó su punto máximo durante los años 90, cuando la industria de la moda cayó en un frenesí de fragancias afrutadas. Pero es posible que no hayas adivinado que la nota sintética del melocotón existe desde hace bastante tiempo. La gamma-undecalactona, o aldehído C14, se descubrió por primera vez en 1908. Esta nota se popularizó por primera vez en 1921 con "Mitsouko" de Guerlain y nuevamente en 1944 con “Femme” de Rochas.
China, España, Francia, Grecia, Italia
El perfume de Jacques Guerlain, creado en 1919, es uno de los primeros en combinar materiales naturales y sintéticos. Es considerado el primer perfume afrutado, gracias a una nota cremosa de melocotón, realizada con la molécula undecalactona, también llamada aldehído de melocotón o aldehído C14, que realza el intenso y sensual acorde chipre.
ver más
