A medio camino entre una mora, una fresa y una grosella negra, la nota de frambuesa tiene un nítido matiz de bayas. Es dulce como el caramelo y, sin embargo, su efecto es bastante suave. Esta nota afrutada se encuentra con mayor frecuencia en las fragancias femeninas.
A pesar de lo deliciosamente fragantes que son las frambuesas, es imposible extraer el aceite esencial de la baya. Afortunadamente, la inteligencia de los perfumistas logra recrear la fragancia usando moléculas que están presentes en la misma fruta. La frambinona o cetona de la frambuesa es el sustituto sintético más popular.
Finas, delicadas y profundamente rosadas, las frambuesas han deleitado nuestra imaginación y nuestro paladar desde tiempos inmemoriales. En la mitología griega antigua se dice que las frambuesas originalmente eran blancas hasta que una ninfa llamada Ida, hija del rey de Creta y nodriza de Zeus, fue a recoger frambuesas blancas para calmar el llanto de Zeus, se pinchó el pecho con una espina y sangró de un rojo intenso tan penetrante que tiñó para siempre la fruta con su icónico tono rosa.
México, Polonia, Estados Unidos
Hot Couture abre con notas afrutadas y chispeantes, con un acorde de “néctar de frambuesa”, fundiéndose en un corazón de jazmín Grandiflorum de India, al que se le suma la esencia de Vetiver de Haití, en notas de fondo.
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