Cedro (América) ingrediente del perfume

Producción

La madera de cedro es una nota aromática natural, derivada de virutas de madera, restos de carpintería y raíces de cedro. Una vez que se obtiene su codiciada esencia a través de un proceso de destilación por arrastre de vapor, la madera se muele hasta convertirla en polvo.

Historia

Nuestra relación con la madera de cedro no es algo reciente. Durante milenios, las propiedades únicas de la madera de cedro han captado nuestra atención e inspirado la base misma de la perfumería. En el antiguo Egipto, la esencia del cedro del Líbano se añadía a las formulaciones cosméticas, se filtraba en fragancias espesas y cálidas y se mezclaba con ungüentos para embalsamar a los fallecidos. Siendo consciente de la durabilidad de la madera de cedro, el rey de Asiria hizo construir su palacio en Nínive solamente con este material. En el Tíbet, el aceite de cedro se utilizaba en los templos y en la medicina tradicional. Mientras otros han considerado que el cedro, un árbol obstinado y resistente, es el hogar del dios del trueno y, por lo tanto, la más sagrada de todas las plantas.

Sabías que...

La madera de cedro ha sido apreciada durante mucho tiempo por sus propiedades curativas, purificadoras y espirituales. Desde la antigüedad, el aroma divino de la madera de cedro se ha celebrado durante los rituales espirituales y religiosos tradicionales, al quemar madera de cedro para liberar su fragancia en un sacramento cálido y ardiente. Los beneficios de la madera de cedro se extienden mucho más allá de sus propiedades ricas y fragantes. Esta madera actúa como antiséptico, astringente, diurético, estimulante y afrodisíaco. También cuenta con propiedades repelentes de insectos únicas, lo que significa que es un material recurrente en la fabricación de armarios porque a los insectos no les gusta el olor. El cedro del Atlas a veces va unido con la familia del cuero debido a su aroma ahumado y alcanforado.

Ingredientes más combinados

Fragancia Icónica

Serge Lutens

FÉMINITÉ DU BOIS

"Algún día haré un perfume llamado Cedro", ha soñado Serge Lutens desde su primer viaje a Marruecos en 1968. A contracorriente de las tendencias olfativas, logró convencer a Shiseido de traducir en una fragancia femenina su sueño amaderado. Este acorde, extremadamente característico, envuelve al Cedro del Atlas con un néctar de especias, flores y frutas. Dieciséis años después de su creación, se unió a la colección Parfums Serge Lutens.