Las notas de café aportan un calor deliciosamente coriáceo, similar al licor, a las fragancias (mayormente) masculinas. Los sutiles matices de tabaco se mezclan con notas profundamente amaderadas y tostadas para dar una calidez inconfundible a las fragancias. Las notas de café a veces se recrean sintéticamente, utilizando varias materias primas.
El origen del café está envuelto en el mito y el misticismo. Así mismo, los orígenes reales del grano son en gran parte objeto de debate y se cree que es originario de Etiopía. El café desempeñó un papel importante en el refuerzo del comercio entre Oriente y Occidente. Para el siglo XVI, el café había llegado a Medio Oriente, Persia, Turquía y el norte de África. Desde allí, se extendió a Italia y al resto de Europa, para luego llegar a Indonesia y, finalmente, a las Américas.
A*Men combina pachulí, vainilla y café arábica para dar una firma sensual y viril. Una fragancia atrevida que confiere una estela afirmada y contrastante.
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Carolina Herrera