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Bayas de enebro

Especiado, amaderado, picante, pino, resinoso, ginebra.

El enebro es un aroma particularmente potente, que recuerda mucho a la ginebra. Es fuerte y especiado, y agrega un toque notable a los acordes elegantes y sofisticados. Su distintivo olor, picante y resinoso, recuerda a un bosque de pinos frescos. Su intensa fragancia hace que se utilice normalmente en pequeñas dosis.

Ficha técnica
Tipo
Materia prima natural
Método de extracción
Destilación por arrastre de vapor
Partes usadas
Bayas

Producción

Las bayas de enebro son el fruto del arbusto del enebro, perteneciente a la familia de las coníferas que se encuentran predominantemente en la Europa mediterránea. Este arbusto crece de forma silvestre tanto en las llanuras como en las grandes altitudes. Las pequeñas bayas fragantes son verdes durante su primer año y se vuelven negras cuando alcanzan la madurez en su segundo año. Cada baya contiene una pulpa resinosa ligeramente dulce y tres semillas con sabor a pimienta. Las semillas tienen glándulas sebáceas que se solidifican y se vuelven resinosas a medida que el gálbulo alcanza la maduración. El aceite esencial de las bayas se extrae con destilación por arrastre de vapor.

Historia

Se cree que el olor penetrante del enebro y sus hojas en forma de aguja tienen muchas propiedades y, además, ha sido considerado un símbolo de protección durante mucho tiempo. Su madera y sus bayas se queman para proteger de los demonios, y las liebres de campo se esconden de los perros de caza en arbustos de enebro porque logran confundir su sentido del olfato. De manera similar, los tordos esconden a sus crías en los arbustos de enebro porque el olor repele a las serpientes. Incluso se dice que la Virgen María se escondió bajo un arbusto de enebro cuando huía de los soldados de Herodes.

Origen

Hungría, Italia