Atrayente, sensual, seductor, el almizcle es famoso por sus poderes afrodisíacos. Los perfumistas juegan con una variedad de almizcles sintéticos para fijar, mezclar y moldear ingredientes en una serie de acordes embriagadores. Estas notas limpias y transparentes brindan un efecto aterciopelado y fino.
Originalmente, el almizcle utilizado en los perfumes se extraía del ciervo almizclero. Sin embargo, por razones ecológicas y económicas, los almizcles actuales se crean sintéticamente. El llamado almizcle blanco o almizcle transparente se crea a través de síntesis orgánica y es esencial para la difusión y la tenacidad de la fragancia. El fixolide, habanolide, galaxolide y ambrettolide son ejemplos de almizcles blancos.
Hacia finales del siglo XIX, se sintetizaron moléculas con olor a almizcle a través de la nitración de isobutileno. Gracias a la síntesis orgánica, los químicos pudieron recrear almizcles, manteniendo sus propiedades fijadoras, mientras eliminaban el aspecto sucio y fecal de los almizcles animales. A los almizcles nitrados les siguieron los almizcles macrocíclicos y, luego, los almizcles policíclicos. Hoy en día, hay aproximadamente 300 almizcles sintéticos que tienen una nota pura, lineal, empolvada y envolvente que es imprescindible en la perfumería moderna por su capacidad para aumentar la difusión y agregar redondez a las fragancias creadas para satisfacer la tendencia actual del mercado de los perfumes de reconfortar los aromas.
El 10 % de las personas sufren de anosmia y no pueden percibir el olor de los almizcles sintéticos.null
Este perfume de culto, creado en 1981, encuentra su inspiración en el Jovan Musk, pero más limpio. Una gota de un acorde floral aldehídico sumergido en un baño de almizcles sintéticos; entre ellos la Galaxolide que ofrece sus facetas de frutos rojos antes de envolverle en un cascarón de suavidad y blancura imborrable, reconocible entre todos.
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