Viajar sin moverte es posible gracias al poder evocador del perfume. Las fragancias tienen el poder de evocar el calor de una tarde mediterránea, la humedad de un bosque o el ritmo de una gran ciudad.
Recorre el mundo a través de esencias que huelen a aventura, historia y naturaleza.
Ciudades para redescubrir
Los perfumes que evocan una ciudad capturan su alma, arquitectura y energía.
A veces, basta un rincón escondido para conectar con su esencia. Jardin Sur Le Toit, de Hermès, desvela un jardín secreto sobre un tejado de París. Creada por Jean Claude Ellena, su esencia verde y afrutada retrata un paisaje urbano oculto.
724, de Maison Francis Kurkdjian, nos sitúa en Nueva York al amanecer. Brillante, limpia y fresca, mezcla bergamota, aldehídos y toques metálicos efervescentes.
Valentino Born in Roma rinde homenaje a la ciudad eterna con un dúo olfativo que refleja el estilo romano contemporáneo.
¿Te guastaría recorrer doce ciudades a través de perfumes? Cities, de Contes de Parfum, retrata el alma de lugares como Agra, Marrakesh, Dubai, Sevilla, Hydra, Sydney, Positano, Tokyo, Reykjavik, Bilbao, Shanghai y Salalah.
La atracción de la costa
Sol, arena fina, brisa oceánica. La costa invita al hedonismo y a la calma, ya sea en parajes exóticos o calas mediterráneas.
Comenzamos nuestro crucero en Italia con Dolce&Gabbana Light Blue Capri in Love, un clásico veraniego que mezcla cítricos, higo y manzana verde para evocar serenidad.
En la Riviera francesa, Dioriviera, de Francis Kurkdjian para Dior, captura el momento en que la brisa marina atraviesa una pérgola de rosales en flor e higueras verdes.
Loewe ofrece Paula's Ibiza en sus versiones Eau de Toilette, Eclectic y Cosmic. Retrata texturas de verano, música, y celebración. Las tres comparten una nota solar de coco con faceta gourmand y cremosa.
Más allá, Isola Verde, de Roja Parfums, nos transporta a un archipiélago imaginario con cítricos, guayaba jugosa y un toque de tabaco.
Y en playas de aguas turquesas, Maldives in a Bottle Ylang Coco | 20, de Kayali, invita a desconectar con flor de plátano, ylang-ylang, plumeria blanca y leche de coco.
Sol, arena fina, brisa oceánica. La costa invita al hedonismo y a la calma, ya sea en parajes exóticos o calas mediterráneas.
Naturaleza sin domesticar
La naturaleza salvaje nos invita a perdernos en paisajes únicos: viento fresco, madera, hierba húmeda y el murmullo del bosque.
Silver Mountain Water, de Creed, abre una ventana a los Alpes con notas cítricas y acordes ozónicos.
Explorer Extreme, de Montblanc, captura la emoción de explorar nuevos horizontes. Bergamota y salvia esclarea expresan fuerza y energía.
Herbes Troublantes, de Guerlain, evoca un prado del sur de Francia con tomillo, menta y romero que aportan frescura y vitalidad.
Desde el primer acorde, Selva do Brazil, de Berdoues, nos sumerge en la jungla con petit grain verde, húmedo y brillante.
La inmensidad del desierto
Donde la arena lo cubre todo, el perfume se vuelve mineral, seco y envolvente. El desierto es exceso: sol, tierra, antiguas civilizaciones…
El sol cae sobre la sabana y el aire se espesa. African Leather, de Memo, reproduce el momento en que la sabana se tiñe de ámbar con cardamomo, azafrán y cuero.
Ashore, de Amouage, recrea la costa de Ras Al Jinz (Omán), donde el mar se detiene y la arena flota bajo la luz blanca. Jazmín, rosa y acorde solar reflejan el espejismo.
Desert Dawn, de Byredo, captura la calma previa el calor extremo con rosa damascena, pimienta e incienso.
Egypt, de Eight & Bob, nos traslada a los años treinta: un explorador recorre templos y jardines con cítricos, cardamomo, nuez moscada y cuero.