Mocha Mousse, ¡perfumes para comérselos!

La fascinación por los perfumes gourmand, cálidos y reconfortantes, ha catapultado al éxito a las fragancias con notas dulces o que nos recuerdan a alimentos deliciosos. ¿Por qué? Provocan sensaciones de bienestar y confort o de nostalgia que nos conectan con recuerdos felices.
No nos podemos olvidar de la sofisticación que introducen los nuevos giros gourmand de las marcas de alta perfumería y de los perfumes nicho, que juegan con notas y acordes amaderados, especiados, florales e, incluso, licorosos, elevando la complejidad de las fragancias. ¿Cuál es tu combinación favorita? Te invitamos a descubrirla.

Los amantes de los perfumes gourmand están de enhorabuena porque las notas dulces marcan la tendencia y son apreciadas para disfrutar en fragancias apropiadas para llevar todos los días.
Perfumes como Good Girl, de Carolina Herrera, Black Opium, de YSL, Yes I Am Delicious, de Cacharel, La Vie Est Belle Elixir, de Lancôme, y The Scent Private Accord, de Hugo Boss, son ejemplos de ello en perfumería femenina.
Mientras que, en Good Girl, la nota de cacao se siente cálida y envolvente al mezclarse con haba tonka, Black Opium evoca una sensación achocolatada y cremosa con un efecto adictivo y gourmand protagonizado por el café. Yes I Am se descubre como un delicioso batido de chocolate, y La Vie Est Belle Elixir introduce un matiz terroso en la nota de cacao. Por último, The Scent Private Accord revela una faceta sensual, ligeramente oscura, al combinar cacao tostado oscuro con notas de jengibre y mandarina.

Las notas gourmand de cacao y café también están presentes en la perfumería masculina como pone de manifiesto Bad Boy Extreme, de Carolina Herrera, un jugo adictivo que contrarresta la calidez del cacao y del vetiver con un toque de jengibre fresco. También, Uomo, de Salvatore Ferragamo, que evoca un irresistible postre de tiramisú.

El dulzor de los perfumes se equilibra con acordes amaderados, ambarados, especiados o florales elevando la elegancia de la composición olfativa. Estamos ante ejercicios perfumísticos que evitan empalagar creando experiencias sofisticadas, perfectas para climas fríos y para momentos en los que queremos una fragancia envolvente.
Flores y matices aldehídicos crean una sinfonía empolvada con un toque de cacao en Lilac Love, de Amouage.
Alejado de sutilezas, Orchidée Vainille, de Van Cleef & Arpels, es un juego ardiente con vainilla dulce, almendra confitada y chocolate.
Mirra, regaliz y cacao proporcionan un potente gran carácter a una de las creaciones de Carolina Herrera Confidential, Gold Myrrh Absolute.
Choco Violette, de Mancera, conjuga chocolate negro, violeta y notas amaderadas, que dan lugar a una composición suave con toques empolvados que suaviza su dulzor después de los primeros instantes tras su aplicación.

El territorio gourmand permite grandes alardes creativos a las marcas nicho y de autor. Notas dulces, combinadas con ingredientes inusuales, dan como resultado fragancias insólitamente ricas y diferentes.
Creado por el maestro perfumista Olivier Cresp, Dark, de Akro, es como morder una tableta de chocolate negro, un placer adulto y adictivo que activa la serotonina.
Potente y sensual, Black Phantom, de Kilian, conjuga ardiente café y ron con caña de azúcar, chocolate y sándalo.

Un extracto de cacao oscuro intenso, contrastado con cardamomo, es el punto de partida de Cocoa Kimiya Extrait, de Atelier Des Ors, que juega con los contrastes originando un claroscuro olfativo entre el dulzor y un toque amargo. “Me inspiré en el trabajo de Pierre Soulages y, más concretamente, en sus creaciones en tonos nogal”, explica la perfumista Marie Salamagne.
Clasificado como barroco gourmet por la propia marca, Anima Dulcis, de Arquiste, redescubre las huellas olfativas coloniales de un convento en México a través de una infusión de cacao con chiles y vainilla.
Cerezas negras, miel y hojas de tabaco confieren a Invite Only Amber 23, de Kayali, un carácter profundo que se vuelve irresistible al combinarse con un acorde de chocolate con avellanas.