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Perfumes y Emociones

La esencia de un cuadro, ¿a qué huele el arte?

La exposición propone un nuevo acercamiento a la pintura a través del olfato. Un diálogo entre arte y sentidos, fruto de la colaboración entre el Museo Nacional del Prado, Puig, AirParfum y la Fundación Academia del Perfume.

La exposición propone un nuevo acercamiento a la pintura a través del olfato. Un diálogo entre arte y sentidos, fruto de la colaboración entre el Museo Nacional del Prado, Puig, AirParfum y la Fundación Academia del Perfume.

Pasear por el Prado es recorrer la historia a través de los ojos de algunos de los artistas más importantes: Goya, El Greco, Rubens, Brueghel, la lista es interminable. Todos ellos nos han mostrado cómo era la vida hace siglos, el estilo, la comida, la arquitectura y en definitiva la sociedad.

Pero desde el 4 de abril también podremos oler una de sus obras más importantes en la exposición temporal “La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa”. Un diálogo entre arte y sentidos.

La exposición propone un nuevo acercamiento a la pintura a través del olfato. Para ello, Gregorio Sola, Perfumista Senior de Puig y Académico de Número en la Academia del Perfume con el Sillón Sándalo, ha creado 10 aromas relacionados con elementos presentes en la obra *El Olfato*. <br>
La pintura forma parte de la serie de *Los cinco Sentidos* de Jan Brueghel que para las figuras alegóricas contó con la inconfundible pincelada de Rubens.

La exposición propone un nuevo acercamiento a la pintura a través del olfato. Para ello, Gregorio Sola, Perfumista Senior de Puig y Académico de Número en la Academia del Perfume con el Sillón Sándalo, ha creado 10 aromas relacionados con elementos presentes en la obra El Olfato.

La pintura forma parte de la serie de Los cinco Sentidos de Jan Brueghel que para las figuras alegóricas contó con la inconfundible pincelada de Rubens.

En esta obra, que evoca el jardín de árboles y plantas singulares que Isabel Clara Eugenia tenía en Bruselas a principios del siglo XVII, se representan más de 80 especies de plantas y flores, algunos animales relacionados con el olfato, como el perro sabueso o la civeta, y diferentes objetos del mundo del perfume, como guantes perfumados, recipientes con sustancias fragantes, un ambientador que se calienta en un brasero y alambiques para destilar las esencias. <br><br>

Esta riqueza pictórica que se observa en el cuadro se podrá disfrutar por primera vez a través del olfato gracias a los 10 aromas exclusivos creados por el perfumista.

En esta obra, que evoca el jardín de árboles y plantas singulares que Isabel Clara Eugenia tenía en Bruselas a principios del siglo XVII, se representan más de 80 especies de plantas y flores, algunos animales relacionados con el olfato, como el perro sabueso o la civeta, y diferentes objetos del mundo del perfume, como guantes perfumados, recipientes con sustancias fragantes, un ambientador que se calienta en un brasero y alambiques para destilar las esencias.


Esta riqueza pictórica que se observa en el cuadro se podrá disfrutar por primera vez a través del olfato gracias a los 10 aromas exclusivos creados por el perfumista.

A través de la tecnología AirParfum, se podrá disfrutar de las distintas fragancias en unos exclusivos difusores que permiten oler hasta 100 fragancias distintas sin saturar el olfato, respetando la identidad y matices de cada perfume.

Perfume Alegoría: Jazmin, Rosa, Clavel, Clavo, Notas Amaderadas..

Perfume Alegoría: Jazmin, Rosa, Clavel, Clavo, Notas Amaderadas..

**Allegory: **

Un perfume inspirado por el ramillete de flores que huele la figura alegórica del olfato, pintada por Rubens, y que combina rosa, jazmín y clavel.

Perfume Guantes: Sándalo, Ante, Ciste Labdanum, Iris, Benzoin.

Perfume Guantes: Sándalo, Ante, Ciste Labdanum, Iris, Benzoin.

**Amber Gloves: **

Que reproduce el olor de un guante perfumado de ámbar según una fórmula de 1696, que consiste en resinas, bálsamos, maderas y esencias de flores, en compañía del acorde de cuero fino. La nobleza solía perfumar los guantes para enmascarar el olor del curtido de la piel.

Perfume Higuera: Cedro, Hoja de Higuera, Haba Tonka, Bergamota, Higo.

Perfume Higuera: Cedro, Hoja de Higuera, Haba Tonka, Bergamota, Higo.

**Fig tree: **

La fragancia interpreta el olor vegetal, húmedo, verde y refrescante de la sombra de una higuera en un día de verano. En el contexto de la corte de Bruselas, que evoca la obra de Brueghel es un árbol valioso fuera de su hábitat natural, ya que acostumbra a crecer a orillas del Mediterráneo.

**Flor de naranjo: **<br>
De las flores del naranjo amargo se extrae la esencia de neroli, por destilación al vapor de agua, la versión que se puede oler en la exposición. Los alambiques de la parte izquierda del cuadro se usaban para destilar este tipo de producto. 
En el norte de Europa, donde trabajó Brueghel, los cítricos eran árboles muy valorados que se cultivaban en invernaderos. <br><br>

**Jazmín:**<br>
Su fragancia es delicada e intensa, con facetas verdes y cremosas y una ligera nota animal. El jazmín huele diferente por la mañana que, por la noche, cuando es más opulento. Como otras plantas que se ven en el cuadro, proviene de lugares más cálidos. <br><br>

**Rosa: **<br>
Es la más reconocible de todas las flores, la reina y sin duda la flor más utilizada en perfumería, ya desde el siglo I. Su fragancia es fresca, floral, aterciopelada e intensa, con facetas verdes y un ligero toque frutal, combinado con notas especiadas y una sutil nota de miel.  Se necesitan seis millones de flores, recogidas a mano al amanecer, para tener un kilo de su esencia. Jan Brueghel pintó ocho variedades de rosas, entre ellas la centifolia y la damascena, las más empleada en perfumería. <br><br>

**Lirio:**<br>
Es probablemente la materia prima más cara de la perfumería, con un valor superior al doble del oro debido a su complejo y lento proceso de elaboración. Su absoluto se denomina “iris” y no se obtiene de la propia flor, como en otras plantas, sino de los rizomas, que han de madurar entre cinco y siete años. Uno de los principales puntos de cultivo es la región de Florencia, que adoptó esta planta como símbolo desde la Edad Media.<br><br>

**Narciso:**<br>
Su fragancia es fuerte y embriagadora, con matices de albaricoque y melocotón, combinada con notas de cuero, casi aceituna y un fondo floral pajizo. El narciso se cultiva en la región francesa de Aubrac y en la época de Jan Brueghel la esencia se obtenía por destilación, lo que nos remite de nuevo a los alambiques del cuadro. <br><br>

**Civeta:**<br>
De animal se extraía la algalia, usada antiguamente en perfumería. Es un ingrediente que se empleaba como fijador para prolongar la duración de las fragancias. Su olor es fuerte, animal, por lo que los perfumistas lo enmascaraban vistiéndolo con esencias de flores, maderas, especias y bálsamos. En la actualidad, así como en la exposición, se produce en versión sintética.<br><br>

**Nardo:**<br>
El nardo utilizado en esa época era de origen indio y muy costoso, el que se empleaba en perfumería cuando se pintó el cuadro procede de México. En la actualidad su coste puede superar los 10.000 €/kg. Debido a su fuerza e intensidad, la esencia del nardo en un perfume realza el carácter de otras notas florales.<br><br>

**Flor de naranjo: *

De las flores del naranjo amargo se extrae la esencia de neroli, por destilación al vapor de agua, la versión que se puede oler en la exposición. Los alambiques de la parte izquierda del cuadro se usaban para destilar este tipo de producto.
En el norte de Europa, donde trabajó Brueghel, los cítricos eran árboles muy valorados que se cultivaban en invernaderos.


Jazmín:

Su fragancia es delicada e intensa, con facetas verdes y cremosas y una ligera nota animal. El jazmín huele diferente por la mañana que, por la noche, cuando es más opulento. Como otras plantas que se ven en el cuadro, proviene de lugares más cálidos.


*Rosa: **

Es la más reconocible de todas las flores, la reina y sin duda la flor más utilizada en perfumería, ya desde el siglo I. Su fragancia es fresca, floral, aterciopelada e intensa, con facetas verdes y un ligero toque frutal, combinado con notas especiadas y una sutil nota de miel. Se necesitan seis millones de flores, recogidas a mano al amanecer, para tener un kilo de su esencia. Jan Brueghel pintó ocho variedades de rosas, entre ellas la centifolia y la damascena, las más empleada en perfumería.


Lirio:

Es probablemente la materia prima más cara de la perfumería, con un valor superior al doble del oro debido a su complejo y lento proceso de elaboración. Su absoluto se denomina “iris” y no se obtiene de la propia flor, como en otras plantas, sino de los rizomas, que han de madurar entre cinco y siete años. Uno de los principales puntos de cultivo es la región de Florencia, que adoptó esta planta como símbolo desde la Edad Media.


Narciso:

Su fragancia es fuerte y embriagadora, con matices de albaricoque y melocotón, combinada con notas de cuero, casi aceituna y un fondo floral pajizo. El narciso se cultiva en la región francesa de Aubrac y en la época de Jan Brueghel la esencia se obtenía por destilación, lo que nos remite de nuevo a los alambiques del cuadro.


Civeta:

De animal se extraía la algalia, usada antiguamente en perfumería. Es un ingrediente que se empleaba como fijador para prolongar la duración de las fragancias. Su olor es fuerte, animal, por lo que los perfumistas lo enmascaraban vistiéndolo con esencias de flores, maderas, especias y bálsamos. En la actualidad, así como en la exposición, se produce en versión sintética.


Nardo:

El nardo utilizado en esa época era de origen indio y muy costoso, el que se empleaba en perfumería cuando se pintó el cuadro procede de México. En la actualidad su coste puede superar los 10.000 €/kg. Debido a su fuerza e intensidad, la esencia del nardo en un perfume realza el carácter de otras notas florales.


“La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa” se podrá visitar en la sala 83 del edificio Villanueva del Museo de Prado (Madrid) hasta el 3 de julio de 2022.

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