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Básicos de Perfumería

El perfumista, una profesión entre el arte y la ciencia

La profesión de perfumista, también conocida muchas veces como nariz, es una de las más fascinantes por ser la mezcla perfecta entre arte y ciencia.

La profesión de perfumista, también conocida muchas veces como nariz, es una de las más fascinantes por ser la mezcla perfecta entre arte y ciencia.

También forma parte de su encanto que trabaja con uno de los sentidos que genera más misterio, el olfato. Fruto de sus mezclas e invenciones existen aquellos perfumes que marcan nuestras vidas, que nos recuerdan a los que más queremos y que nos permiten decir mucho más que lo que transmiten nuestras palabras.

Pero ¿el perfumista se nace o se hace?

Siendo realistas es una profesión que se aprende. Uno puede tener el sentido del olfato muy desarrollado y una sensibilidad especial para los olores, pero aprender a distinguir ingredientes, notas y familias no es cosa de un día. La nariz se debe entrenar. Existen muchos nombres para definir la profesión: nariz, perfumista, compositor de perfumes, creador de fragancias, pero sea cual sea en todas hay un gran trabajo detrás. <br><br>

No se trata de tener un don único o características físicas especiales, para ser perfumista es importante ser creativo y practicar, más allá de ingredientes y combinaciones, la memoria olfativa. <br><br>

Dentro del entrenamiento para convertirse en perfumista es importante estudiar química, así como conocer las materias primas y las diferentes composiciones naturales o sintéticas. Como ya decíamos se debe ampliar la memoria olfativa aprendiendo las diferentes notas y familias para ser capaces de distinguirlas de forma rápida. Igual que un sommelier con el vino, un perfumista debe poder distinguir los principales ingredientes de una fragancia. <br><br>

Más allá de esta formación debe venir la creatividad y el saber trasladar las emociones y palabras en composiciones que se puedan oler. De ahí que deban trabajar con su propia memoria olfativa y con el máximo de empatía y emoción posible para llegar a los consumidores finales.

Siendo realistas es una profesión que se aprende. Uno puede tener el sentido del olfato muy desarrollado y una sensibilidad especial para los olores, pero aprender a distinguir ingredientes, notas y familias no es cosa de un día. La nariz se debe entrenar. Existen muchos nombres para definir la profesión: nariz, perfumista, compositor de perfumes, creador de fragancias, pero sea cual sea en todas hay un gran trabajo detrás.


No se trata de tener un don único o características físicas especiales, para ser perfumista es importante ser creativo y practicar, más allá de ingredientes y combinaciones, la memoria olfativa.


Dentro del entrenamiento para convertirse en perfumista es importante estudiar química, así como conocer las materias primas y las diferentes composiciones naturales o sintéticas. Como ya decíamos se debe ampliar la memoria olfativa aprendiendo las diferentes notas y familias para ser capaces de distinguirlas de forma rápida. Igual que un sommelier con el vino, un perfumista debe poder distinguir los principales ingredientes de una fragancia.


Más allá de esta formación debe venir la creatividad y el saber trasladar las emociones y palabras en composiciones que se puedan oler. De ahí que deban trabajar con su propia memoria olfativa y con el máximo de empatía y emoción posible para llegar a los consumidores finales.

Entre el arte y la alquimia, la ciencia y la creatividad, el perfumista es un creador de sueños.

Más allá de esta formación debe venir la creatividad y el saber trasladar las emociones y palabras en composiciones que se puedan oler. De ahí que deban trabajar con su propia memoria olfativa y con el máximo de empatía y emoción posible para llegar a los consumidores finales.


A partir de aquí ya hay un gran trabajo en equipo junto al departamento de marketing para la creación de una fragancia. Más allá de aquello que ha podido inspirar al perfumista, la mayoría de las marcas trabajan teniendo en cuenta tendencias de perfumería y consumo, las preferencias de un público en particular o de una región. Y sobretodo, la opinión y las necesidades del consumidor.


Además, no todos los perfumistas hacen el mismo trabajo, dentro de la profesión existen diversos roles que trabajan distintos aspectos de la creación de una fragancia. Unos se especializan en materias primas, otros en la parte más técnica para poder deconstruir formulas que permitan ampliar el conocimiento del mercado, otros adaptan fórmulas ya existentes para crear nuevas gamas de productos y otros son parte de la identidad de una marca y su engranaje de comunicación.


Se trata de una profesión tan apasionante como el mundo al que pertenece y sus creaciones.

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