¿Sabías que puedes disfrutar aún más del poder del perfume si aprendes a identificar las notas olfativas? Entender cómo se comporta cada nota olfativa y cada acorde puede ayudarte a entender cómo influyen en tu estado de ánimo.
Los perfumes no solo nos envuelven con una fragancia agradable, sino que también pueden transportarnos a recuerdos felices, ayudarnos a tener más seguridad en nosotros mismos y favorecer las emociones positivas.
Puede que sea una serendipia, ¿pero no es maravilloso que el Día de la Fragancia se celebre justo después del Día de la Felicidad? Y es que cada vez más estudios confirman que los perfumes tienen la capacidad de generar un impacto profundo en nuestras emociones y en la manera en que percibimos el mundo, pudiendo influir en nuestro ánimo, autoestima y bienestar.
Cómo identificar las notas de un perfume
Una fragancia se diseña siempre teniendo en cuenta la pirámide olfativa. A pesar de que un perfume está compuesto por muchos ingredientes y a través de distintas técnicas, su formulación siempre se hace considerando la pirámide olfativa para que todas sus notas encajen a la perfección.
Los perfumes se componen de una estructura olfativa dividida en tres niveles: notas de salida, notas de corazón y notas de fondo. Esta pirámide olfativa es fundamental para comprender la evolución de una fragancia en nuestra piel y su impacto en nuestras emociones.
Debes tener en cuenta que, aunque el mundo del perfume sea evocador y te conecte con tus emociones, el proceso de creación de una fragancia responde a procedimientos precisos, una mezcla entre ciencia y alquimia.
Aunque parezca increíble, un perfume puede estar compuesto por más de doscientos ingredientes y cada uno tiene una función. Conseguir su equilibrio es esencial para lograr un buen resultado. Cuando los perfumistas conciben una nueva fragancia, posicionan sus diferentes ingredientes de una forma muy concreta para que, según su volatilidad y tenacidad, estos vayan percibiéndose. A esta forma de construir un perfume se denomina pirámide olfativa y fue establecida por el perfumista Jean Carles.
Aunque parezca increíble, un perfume puede estar compuesto por más de doscientos ingredientes y cada uno tiene una función. Conseguir su equilibrio es esencial para conseguir un buen resultado.
Notas de salida
Son las notas más ligeras y se encargan de despertar el sentido del olfato. A pesar de su volatilidad, son decisivas a la hora de escoger un perfume, puesto que son la carta de presentación de la fragancia. Son las notas que primero se evaporan y están presentes durante los quince primeros minutos tras aplicar el perfume. Acostumbran a ser notas frescas, aromáticas, verdes o cítricas que captan la atención del olfato.
En las notas de salida, solemos encontramos cítricos como la bergamota, el limón o la naranja, pero también es frecuente que aparezcan notas herbáceas e, incluso, especiadas.
Las notas de salida son energizantes y revitalizantes, ideales para infundirnos un extra de vitalidad.
Notas de corazón
Se trata de notas intensas que dan la personalidad al perfume. Acostumbran a durar unas tres horas en la piel y están llenas de matices que aportan carácter y hacen única a la fragancia. Suelen ser notas florales, empolvadas y afrutadas que conforman el nivel más complejo de la pirámide en el momento de la elaboración del perfume, puesto que lo deben hacer memorable. Se podría decir que constituyen el alma de la fragancia.
En las notas de corazón encontramos flores como el jazmín, la rosa o el lirio, así como especias y acordes frutales. Estas notas suelen ser envolventes y sensoriales, y su misión es aportar equilibrio y profundidad a la composición olfativa.
Notas de fondo
Dan profundidad al perfume y son más tenaces, dado que son las encargadas de cerrar la fragancia y proporcionar persistencia. Empiezan a percibirse después de las dos primeras horas y aportan intensidad al aroma final. Son, por ejemplo, notas especiadas, amaderadas, almizcles, ámbar, cuero o musgos.
Las notas de fondo son las encargadas de que la fragancia dure, que, incluso después de unos días, aún puedas percibir el perfume en tu ropa, y, por lo tanto, son clave para determinar tu fidelidad a una fragancia.
Son las que otorgan carácter y persistencia al perfume. Se perciben tras varias horas y contienen ingredientes más densos y duraderos, como vainilla, ámbar, pachulí, madera, sándalo o almizcle. Estas notas tienen un efecto calmante y reconfortante; transmiten seguridad y sofisticación.
La magia del perfume
El perfumista es el verdadero creador de la experiencia sensorial de una fragancia. Su labor no se limita a seleccionar ingredientes, sino que los orquesta como un compositor dirige una sinfonía, combinando notas y acordes de manera armoniosa o buscando intencionadamente el contraste para despertar una emoción cuando los olemos.
El perfume cobra su verdadera dimensión con el tiempo, a medida que evoluciona en contacto con la piel. No es una simple suma de notas individuales, sino una composición que se transforma y se despliega como un recorrido olfativo.
Cada perfume es una historia narrada a través del olfato. Algunos buscan la suavidad y la armonía, fusionando notas con delicadeza para una transición fluida. Otros exploran contrastes inesperados, donde un acorde chispeante de salida se funde con un corazón denso y un fondo envolvente generando sorpresa. Todas estas sensaciones convierten la experiencia de oler un perfume en un deleite emocional, una expresión artística que impacta en nuestra percepción y en nuestro estado de ánimo.
El impacto de las notas olfativas en el bienestar emocional
Cada nota olfativa tiene el poder de generar diferentes emociones y sensaciones. Algunas fragancias pueden ser energizantes y motivadoras, mientras que otras nos pueden ayudar a relajarnos y a reducir el estrés.
Cítricos y frutas frescas:
Son estimulantes y revitalizantes, perfectos para inundarnos de energía y optimismo.
Notas verdes y herbáceas:
Tienen propiedades refrescantes y purificadoras. La lavanda, por ejemplo, es conocida por sus efectos relajantes y por su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad.
Flores:
Son evocadoras y femeninas, generan sensaciones de bienestar y evocan romanticismo.
Especias y maderas:
Estas notas transmiten calidez, sofisticación y profundidad. Son ideales para aportar un toque de elegancia.
Notas dulces y orientales:
Son reconfortantes y envolventes, producen sensaciones de placer y bienestar.
Un viaje sensorial hacia la felicidad
El universo de las fragancias es mucho más que una cuestión de olores: es una experiencia sensorial que impacta sobre nuestra autoestima, nuestras emociones y nuestro bienestar.
De hecho, algunos perfumes han sido creados de manera intencionada para ayudarnos a sentir bien. Es el caso de Happy, de Clinique, un perfume vibrante, repleto de notas cítricas y florales, diseñado para transmitir alegría y energía positiva.
El clásico Joy, de Jean Patou, se propone como un lujoso bouquet floral con notas envolventes que transmiten sensaciones placenteras. Casi un siglo después, Dior reinterpreta la alegría con su propio Joy, una esencia luminosa y elegante que equilibra notas florales y almizcladas.
El delicado frasco con forma de corazón de Coeur Joie, de Nina Ricci, anticipa que estamos ante una fragancia romántica rebosante de flores. Mientras que Fils de Joie, de Serge Lutens, se inspira en la risa y en la felicidad genuina. No podemos olvidarnos de un joven clásico, La Vie est Belle, de Lancôme, un perfume que irradia felicidad a través de notas florales y dulces.
Saber identificar las notas de un perfume te permite elegir de manera más consciente las fragancias que mejor se adaptan a tu estado de ánimo. Puedes explorar tu perfil olfativo en Wikiparfum para descubrir qué notas olfativas te hacen más feliz o preguntarle a nuestro chatbot experto para que te guíe en la búsqueda de una fragancia que te haga feliz.